Hola,
amigos. Os traigo un ejemplo de cómo por muy loables que sean los
objetivos, no todo vale. De que el fin no justifica los medios, vaya.
Se
cumplen ahora 75 años de los brutales bombardeos aliados de El
Havre, una ciudad situada en la desembocadura del Sena, al noroeste
de Francia.
A
comienzos de septiembre de 1944 El Havre estaba completamente rodeada
por las tropas británicas. La ciudad había sido declarada fortaleza
(“festung”) por Hitler, de manera que una guarnición alemana de
12.000 hombres se disponía a defenderla. Previamente al asedio, gran
parte de la población había sido evacuada, pero 50.000 de sus
habitantes decidieron quedarse. El general “Honesto John”
Crocker, jefe del I Cuerpo de Ejército británico, lanzó un
ultimátum a los alemanes antes de atacar para que se rindieran bajo
la amenaza de un tremendo bombardeo, pero el general Hermann-Eberhard
Wildermuth, jefe de la guarnición, se negó. No obstante, este pidió
a Crocker una tregua de 48 horas para evacuar a todos los civiles, y
esta vez fue el británico quien dijo que no. Crocker justificó su
drástica decisión alegando que aquel plazo solo serviría para que
los alemanes ganaran tiempo. El general británico tenía prisa.
Y
entonces comenzó la Operación Astonia. Entre los días 5 y 6 de
septiembre, El Havre fue arrasada por los bombarderos de la Royal Air
Force (RAF) en el que resultó ser el ataque aéreo más mortífero
sufrido por Francia durante la Segunda Guerra Mundial. El colmo de
aquel absurdo y criminal bombardeo es que no sirvió para nada desde
el punto de vista militar: mató a solo 19 soldados alemanes y a más
de 2.000 civiles franceses.
Como ya comenté por aquí, los Aliados tenían la costumbre de liberar
territorios ocupados por Alemania arrasándolos primero con sus
famosos bombardeos de saturación. De esa forma, causaron más de
60.000 víctimas civiles en Francia y otras tantas en Italia. Por
cierto, el “honesto” general Crocker también había sido el
encargado de conquistar Caen, una ciudad que tenía que haber sido
tomada el mismo día del desembarco de Normandía pero que tardó
seis semanas en caer. Eso sí, antes de ser liberada, por supuesto,
fue arrasada por la RAF en un bombardeo llevado a cabo el 7 de julio
de 1944 que, vaya sorpresa, no afectó a las posiciones alemanas pero
sí mató a cientos de civiles.
El
10 de septiembre, tras un nuevo bombardeo, las tropas británicas
atacaron El Havre que cayó dos días más tarde. Cada bando sufrió
unos 500 muertos.
Obviamente,
la recepción de los civiles supervivientes a sus libertadores
británicos fue bastante fría. El Havre fue reconstruida en la
posguerra, aunque no a gusto de sus habitantes. Quizá por tratar de
compensarles, en 2005 el centro reconstruido de la ciudad fue
inscrito en el patrimonio de la Unesco.
La
verdad es que el tema de los bombardeos aliados sobre territorios
ocupados por los nazis es bastante desconocido aún y la bibliografía
existente es escasa. No obstante, os dejo un buen documental donde se
relata todo esto con más detalle:
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