Censorship, de Eric Drooker
Los totalitarismos
clásicos (el nazismo y el estalinismo) afortunadamente desaparecieron hace
tiempo, aunque queden supervivencias residuales. Pero, como afirma Alain de
Benoist en su interesantísimo libro Comunismo
y nazismo, “la caída de los sistemas
totalitarios del siglo XX no aleja el espectro del totalitarismo. Invita más
bien a interrogarnos sobre las nuevas formas que éste podría revestir en el
futuro”.
Añade Benoist
que “las democracias liberales no están
en absoluto inmunizadas, por su propia naturaleza, contra el totalitarismo”.
Explicaré un
poco esto.