sábado, 19 de diciembre de 2020

Rapadas


"La Tondue de Chartres", de Robert Capa


Mi corazón es francés, pero mi culo es internacional.

Arletty


La foto está tomada el miércoles 16 de agosto de 1944, durante la liberación de Chartres, Francia, y fue publicada el 4 de septiembre de aquel año por la revista Life. La mujer del centro de la imagen se llamaba Simone Touseau y en ese momento tenía 23 años. En 1941, tras conseguir un trabajo como intérprete para los ocupantes alemanes, se había liado con unos de ellos llamado Erich Göz. El bebé que llevaba en brazos, una niña, era hija de ambos.



La fotografía ilustraba una reportaje titulado "La chica partisana de Chartres" cuyo texto hablaba en realidad de otra Simone sobre la que volveré más adelante.

Aquella mañana, después de la llegada de las tropas estadounidenses a Chartres, se procedió a reunir a los colaboracionistas. Tres de ellos fueron ejecutados de forma sumaria y más tarde un peluquero procedió a rapar a una decena de mujeres acusadas de "colaboración horizontal", es decir, de haber intimado con el enemigo.



En ese momento apareció Capa con su cámara y se puso a retratar a los sujetos humillados antes y durante su exposición a la turba ansiosa de venganza. La icónica foto que publicó Life fue tomada por la tarde, mientras la policía escoltaba a Simone Touseau y su familia rodeados por el populacho, en humillante procesión. Además de raparle la cabeza, a Simone le habían marcado la frente con un hierro candente. A su izquierda iba su madre, Germaine Touseau, también rapada, y delante caminaba su padre, Georges Touseau, con una bolsa de tela. Para la muchedumbre por lo visto el espectáculo era de lo más divertido.



Madre e hija fueron encarceladas y sometidas a un proceso, esta vez con garantías, que solo concluyó en 1947. La sentencia condenó a Simone a diez años de degradación nacional, una fórmula que privaba de derechos a los colaboracionistas convirtiéndolos en ciudadanos de segunda. En 1966 Simone murió alcoholizada con 44 años. Su padre murió tres años después y su madre en 1980. Erich, el padre de su hija, había muerto combatiendo a los soviéticos en 1944. Y aquella niña, Catherine, trató de permanecer en el anonimato cuando se hizo mayor. Ignoro si seguirá viva, pero de ser así hoy tendría 76 años.