Antes de nada, hay que tener en cuenta que existe una primera parte.
El Mau Mau (un término cuyo
origen etimológico es incierto) se marcó como objetivo expulsar a los ingleses
de Kenia, pero no por medios constitucionales, como habían intentado hasta
entonces Kenyatta y otros políticos, sino de forma violenta.
El movimiento comenzó en las White Highlands, a finales de los años
cuarenta, pero en 1950 se había extendido a Nairobi. En aquel año fue prohibido
por el Gobierno colonial.
Al Mau Mau pertenecieron no sólo hombres adultos, sino también mujeres
y niños. Los miembros del Mau Mau ingresaban en la organización mediante una
ceremonia en la que, desnudos, a menudo entraban en trance y prestaban uno o
varios juramentos (había siete juramentos en total). Durante el ritual se bebía
sangre animal (a veces humana) y se comía carne cruda.
El juramento suponía un contrato moral, para los kĩkũyũ era algo sagrado, y violarlo significaba
romper la lealtad al Mau Mau y sufrir la cólera del dios creador, Ngai, que los
castigaría con enfermedades o incluso la muerte.
Todavía hoy, muchos antiguos miembros de Mau Mau creen en el poder del
juramento y en las fatales consecuencias de divulgar sus secretos.