domingo, 26 de abril de 2015

El bombardeo de Guernica




Hace sesenta años recibimos una visita inesperada en Gernika. Muchos de nosotros éramos aún niños, y vinieron hombres de un país extranjero que no nos conocían y a los que no conocíamos. Ni siquiera nos odiaban, porque no les habíamos hecho nada, pero tampoco nos veían como éramos realmente. Porque ellos estaban arriba y nosotros abajo.

Declaración de testigos supervivientes del bombardeo de Guernica, publicada en el periódico alemán Pforzheimer Zeitung el 28 de abril de 1997


El último libro que leí referido específicamente al famoso bombardeo, del cual se cumple hoy el 78º aniversario, se titula precisamente “Gernika: El bombardeo”. Está escrito por el historiador vasco Imanol Villa y editado por la productora Idem y se publicó hace cinco años. En realidad se trata de la versión escrita del documental del mismo nombre, que apareció en 2007 con motivo del 70º aniversario del bombardeo, y que venía en DVD con el libro, por cierto.

Me preguntaréis: ¿dónde está la novedad? Pues en ningún sitio, la verdad, si exceptuamos algunas imágenes inéditas (entre las que hay escenas a color de Guernica justo después del bombardeo filmadas por el reportero yanqui Russell Palmer). La gracia es que relata la historia de forma muy clara y concisa, muy apta para todos los públicos. Y que es bastante objetivo. Basta con decir que cuenta con la colaboración de unos cuantos historiadores y expertos: los españoles Jesús Salas Larrazábal y Manuel Montero, los británicos Antony Beevor y Nicholas Rankin, los alemanes Klaus A. Maier y Stefanie Schüler-Springorum y el italiano Ferdinando Pedriali. También con la del Centro de Documentación Sobre el Bombardeo de Gernika, así como con el testimonio de varios supervivientes. Digamos que resume y expone las conclusiones de las investigaciones realizadas durante bastantes años. Y hay una cosa que resulta muy interesante, y es que el libro asume ciertas tesis a las que llegó Jesús Salas Larrazábal hace más de veinticinco años en su libro sobre el bombardeo (“Guernica”, Rialp, 1987), tesis que han sido despreciadas en ocasiones al ser tachado su autor de franquista. En fin, si tenemos en cuenta que el libro de Villa está patrocinado por el ayuntamiento de Gernika-Lumo y la Fundación Museo de la Paz de Gernika, y que en él colabora la Fundación Sabino Arana, no creo que sea muy factible tacharlo también de franquista.

Resumiendo los hechos:

El 25 de abril de 1937, la 1ª Brigada de Navarra (franquista) alcanzó el monte Oiz, entre Durango y Guernica. El general Mola prefería seguir avanzando hacia Durango, pero el teniente coronel Wolfram von Richthofen, Jefe de Estado Mayor de la Legión Cóndor –y primo del famoso Barón Rojo-, exasperado por la lentitud del avance de los sublevados, creía que se podría lograr un gran triunfo si se tomaba Guernica en un enérgico ataque de sur a norte y de este a oeste.


Von Richthofen 


Así, una gran parte de las fuerzas enemigas quedaría cercada en torno a Marquina y Lequeitio y no podría reforzar las posiciones defensivas de Bilbao. No obstante, Mola siguió en sus trece: primero Durango. Pero Von Richthofen tuvo la oportunidad de llevar a cabo sus planes cuando los mandos españoles pidieron destruir el puente de Guernica (o de Rentería) para dificultar la retirada de las tropas enemigas que, si pretendían replegarse hacia Bilbao, tendrían que pasar forzosamente por ahí.



El 26 de abril, poco antes de las cuatro y media de la tarde, un Dornir Do 17 alemán bombardeó el puente de Rentería sin alcanzarlo.

Minutos después, aparecieron tres bombarderos de la Aviación Legionaria italiana Savoia-Marchetti SM. 79. Llevaban instrucciones de bombardear el puente, pero no la población “por evidentes razones políticas”. El puente de nuevo quedó intacto, pero resultaron alcanzadas algunas casas y la estación de ferrocarril.

Poco antes de las cinco, dos Heinkel He 111 alemanes dejaron caer más bombas sobre el objetivo. Tampoco resultó destruido el puente.

A las 18:30 tuvo lugar el bombardeo decisivo. Von Richthofen decidió extralimitarse y ordenó destruir también las casas del este de Guernica. Para bloquear completamente al enemigo y poder cercarlo no bastaba con intentar destruir el puente, según él. La mejor forma de cerrarle el paso era destruir también las casas cercanas, así que los bombarderos fueron cargados con bombas incendiarias. Dada la poca precisión de los bombarderos de la época (de hecho, el puente finalmente no resultó destruido, como se temía el oficial alemán), Von Richthofen debía de saber que lo más probable era que se desatase un infierno abajo, en Guernica, cosa que no le importó en absoluto.

Se presentaron unos 20 Junkers Ju 52 alemanes, unos aviones de transporte adaptados al bombardeo. Los primeros lanzaron sus bombas cerca del puente, pero los siguientes bombardearon a ciegas, pues los tripulantes no veían nada a causa del enorme humo provocado por las bombas. Inmediatamente después, cazas alemanes de escolta Messerschmitt Bf 109 ametrallaron los alrededores.



Se lanzaron en total 28,22 toneladas de bombas, combinando algunas de gran tamaño (250 kg), de tamaño medio (50 kg) e incendiarias (1 kg). En el aspecto táctico no hubo ninguna novedad ni en el modo de realizar el ataque, ni en los tipos o la combinación de las bombas.

En conclusión:

Guernica era pues un objetivo estratégico, militar. Sin embargo, la forma indiscriminada en que se llevó a cabo el bombardeo lo convierte en un crimen de guerra. El culpable directo sería Wolfram von Richthofen (“en Guernica estuve muy maleducado”, escribiría cínicamente en su diario).

Insisto en que el puente, teórico objetivo del ataque, quedó intacto.

Tras el bombardeo, las tropas franquistas no cercaron al enemigo, así que los planes de Von Richthofen fracasaron. El bombardeo finalmente sólo sirvió para matar a mucha gente inocente.

En contra de lo que se ha dicho durante mucho tiempo, la población no fue bombardeada por su valor simbólico para los nacionalistas vascos. Los alemanes seguramente no tenían ni idea de ese tema, y si la tenían no parece que fuera relevante.

No fue el primer bombardeo sobre la población civil, ni tampoco el peor de nuestra guerra civil.

El número de muertos estaría situado entre los 150 y los 200. En su libro Salas Larrazábal daba la cifra de 126, cifra que la asociación Gernikazarra aumenta hoy a 153. Probablemente sean más. Se ha llegado a hablar de bastante más de mil muertos, incluso de 3.000. Aun así, para una población que entonces tenía cerca de 5.000 personas, 153 muertos es una cantidad considerable.

Durante el bombardeo se destruyó un 15% de las casas, pero como el incendio no se pudo apagar hasta el día siguiente, el porcentaje de edificios destruidos finalmente alcanzó el 70%.

Los franquistas mintieron alegando que la villa había sido dinamitada por las “hordas rojo-separatistas”. Harro Harder, as de caza de la Legión Condor, anotó en su diario lo siguiente después de visitar la ciudad cuando fue tomada:

“Hoy estuvimos en Guernica. Está completamente destruida, y no, como dicen los periódicos de aquí, por hordas de incendiarios rojos, sino por los bombardeos alemanes e italianos. Todos pensamos que es una guarrada escandalosa destruir así una ciudad como Guernica, militarmente irrelevante. Bajo las ruinas yacen todavía varios miles de víctimas, víctimas superfluas. Por todas partes ruinas humeantes, agujeros de bombas, fachadas vacías”.

El bombardeo se hizo mundialmente famoso en primer lugar por el artículo que el periodista británico George L. Steer publicó en The Times y The New York Times el 28 de abril. 



Steer


Steer no fue el único corresponsal que informó del bombardeo, pero sí el que lo hizo de forma más impactante.

También contribuyó notablemente a darle fama al trágico suceso el famosísimo cuadro de Picasso, que representó a España en la Exposición Internacional de París de 1937.



En 1997 el presidente alemán, Roman Herzogreconoció la responsabilidad de su país en el bombardeo.


Discusión:

Acabo de descubrir este artículo de Ángel Viñas, lo que me ha hecho añadir un anexo a esta entrada con fecha 30 de abril de 2015.

En su artículo Viñas se refiere a un libro de la historiadora Schüler-Springorum, “La guerra como aventura”, que yo ya había leído pero que no había añadido a la bibliografía de esta entrada por no ser una obra específica sobre el bombardeo de Guernica, sino acerca del conjunto de la actuación de la Legión Cóndor. No obstante, sí proporciona información de interés sobre el tema de la entrada, así que he rectificado y ya aparece entre las fuentes consultadas.

Viñas, basándose entre otros en el trabajo de Schüler-Springorum, insiste en la teoría de que el bombardeo de Guernica no fue más que una combinación de experimento nazi y de afán franquista por extender el terror, descartando que el puente de Rentería fuese ningún objetivo. En el libro de Imanol Villa aparecen fotografiados documentos que prueban que el ataque a Guernica se pidió por parte de las unidades de tierra franquistas para cortar la retirada al enemigo. Luego, en su origen, el bombardeo tenía un claro objetivo militar, y desde luego el puente debía ser destruido. Fue Von Richthofen quien decidió extender el ataque a la propia Guernica, si bien contó con la autorización del coronel Vigón, Jefe de Estado Mayor de las Brigadas Navarras, para que hiciese lo necesario con el objeto de cerrarle el paso a las fuerzas republicanas. De hecho, en la orden recibida por la Aviación Legionaria italiana, publicada en el libro de Villa, se especificaban dos cosas: que había que bombardear el puente y que, en cambio, no había que bombardear el pueblo “por evidentes razones políticas”. La iniciativa de provocar una masacre entre la población civil fue pues de Von Richthofen.

Ahora bien, lo que resulta innegable es que, por un lado, las autoridades franquistas no tenían problema alguno en masacrar poblaciones enemigas, y por otro, que los nazis aprovecharon la actividad de la Legión Cóndor en España para comprobar los resultados de sus armas y sus tácticas. En este sentido, y como bien apunta la propia Schüler-Springorum, la Luftwaffe no actuó en Guernica de forma diferente a como lo hizo en otros lugares de nuestro país ni a como lo haría en la Segunda Guerra Mundial (en 1939 el propio Von Richthofen arrasaría Varsovia). Así, el 13 de diciembre de 1936 Von Richthofen escribió en su diario: “Poder arrojar por fin nuestras bombas sobre verdaderas ciudades permitiría averiguar los efectos de nuestras bombas, ya que, dado que los pueblos están muy cerca del frente y su conquista es inminente, es de suponer que podremos examinarlos”. Efectivamente, esto se hizo con los pueblos cordobeses de Bujalance, Montoro y El Carpio, bombardeados y tomados en aquel mismo mes. Antes, en noviembre, los bombarderos alemanes habían atacado Madrid matando a cientos de personas, pero la ciudad no sería tomada hasta el final de la guerra.

En el norte de España, los aviones al servicio de Franco gozaron de un dominio casi total del aire, así que pudieron bombardear a placer. El 31 de marzo de 1937 la Aviación Legionaria italiana bombardeó Durango matando a alrededor de 300 personas, una acción bastante más sangrienta que la de Guernica y que ha tenido mucha menos repercusión. Así, escribe Schüler-Springorum:

“Sin embargo, la fijación por Gernika había tenido como consecuencia que la misión de la Legión en su conjunto, y con ella el bombardeo de muchas otras ciudades españolas entre Bujalance y Barcelona, hubieran desaparecido casi completamente de la conciencia histórica. Al discutir durante décadas sobre el puente de Gernika, se estaba evitando un debate público sobre la legitimidad de la intervención alemana en España, como también una evaluación a fondo del modelo operativo de la Luftwaffe, tanto durante la Guerra Civil española como después”.

En cuanto a la falta de reparos de los mandos franquistas en bombardear poblaciones, el propio Franco soltó esta perla en 1936: “Destruiré Madrid antes que dejárselo a los marxistas”. A principios de noviembre de aquel año, sus aviones dejaban caer octavillas en la ciudad que rezaban lo siguiente: “La resistencia es inútil. Ayudad a nuestras tropas a tomar la ciudad. Si no lo hacéis, la aviación nacional la borrará del mapa”. En marzo de 1937 el general Mola lanzó también octavillas amenazando con “arrasar Vizcaya” si los republicanos no se rendían en el norte. Y el 1 de abril de aquel año, el general Queipo de Llano ordenó bombardear Jaén como represalia al bombardeo republicano de Córdoba. Este último mató a 37 personas. El de Jaén a 159.

En resumen, y como escribí más arriba, el bombardeo de Guernica ni fue el primero sobre la población civil, ni tampoco el peor de nuestra guerra civil, aunque con toda probabilidad sea el más famoso. La ciudad sí era un objetivo militar, a diferencia por ejemplo de Jaén, que fue bombardeada antes y con el mero objetivo de castigar a su población en represalia por otro ataque. Esto no quita que Guernica fuese bombardeada también con el propósito por parte de Von Richthofen de probar nuevas tácticas, ni que a los mandos franquistas esto no les preocupara demasiado, ya que ellos mismos recurrían a bombardeos de terror cada vez que les daba la gana.

Aunque el bombardeo de Guernica no fuese concebido para infundir terror, no hay duda de que ese fue su efecto, gracias sobre todo a su eco mediático. Como se leía en la prensa vasca de la época: “¡Ayer Durango, hoy Guernica, mañana Bilbao!”. Con respecto a esta última ciudad, probablemente no se habría entregado casi sin resistencia de no haber existido el bombardeo de Guernica.

Por último, la cifra de muertos en Guernica que da Schüler-Springorum -entre 200 y 1.654- está muy desfasada.


Más información:

-Salas Larrazábal, Jesús, "Guernica", Rialp, 1987 (reeditado por Galland Books en 2012 con el título "Guernica: El bombardeo. La historia frente al mito").

-Schüler-Springorum, Stefanie, "La guerra como aventura: La Legión Cóndor en la Guerra Civil Española 1936-1939", Alianza, 2014.

-Villa, Imanol, "Gernika: El bombardeo", Idem/Expressive, 2008.


viernes, 17 de abril de 2015

Advertencia




Atención. La persona con la que se dispone a iniciar una relación puede contener trazas de psicopatía o inestabilidad emocional en grado variable. Si es usted alérgico a este tipo de comportamientos y aun así quiere seguir adelante, solo le podemos dar nuestras condolencias.


martes, 14 de abril de 2015

Como en El Mundo Today (las locas del coño)




TRIUNFA LA MUJER QUE TE DEJA, TE JODES Y PUNTO

Un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha concluido que en nuestra sociedad cada día son más las mujeres heterosexuales de entre 20 y 40 años que abandonan a sus parejas porque sí. Algunos analistas relacionan este fenómeno con los avances en materia de liberación femenina: cada vez les cuesta menos liberarse de sus novios, maridos o amantes, sin que para ello haya una manifiesta razón de peso. De hecho lo hacen igual con gordos que con delgados.

A estas radiantes mujeres se las conoce popularmente como locas del coño.

Bueno, no estábamos mal -dice Camelia refiriéndose a su último ex, con el que tuvo una relación de un año y pico-, pero es que cada vez que me ponía rara y distante con él, el tío cansino quería saber qué me pasaba, y era súper agobiante. ¿Cómo se puede preguntar una y otra vez por un motivo cuando no lo hay? El muy impresentable llegaba incluso a dudar de mis sentimientos, y claro, le tuve que dejar, porque me hacía un daño tremendo con tanta suspicacia. No se crea, que yo también lo pasé mal un tiempo tras la ruptura. Bueno, una semana, por lo menos. Al poco ya estaba con otro, eso sí. Aunque ya veremos lo que dura -amenaza Camelia para después aclarar que es una persona muy paciente, por supuesto.

Realmente no pasó nada grave entre nosotros, pero es que yo estaba centrada en mis cosas -señala por su parte Irma-, y mi chico se quejaba de que pasaba de él. Aquello me molestaba muchísimo, porque tenía asuntos importantes de los que ocuparme en lugar de escuchar sus bobadas, así que sí, pasé de él, pero totalmente.

Le dije que necesitaba estar sola y no le gustó -asegura Nerea-. Anda y que le den.

Mis hormonas y él no acababan de entenderse -nos cuenta Narcisa-. No se esforzaba lo suficiente por comprendernos. Y cometía errores.

Trataba de contentarme con cariños, halagos y regalos cuando yo le hablaba de mis problemas, joder -afirma Rebeca-. Era verdaderamente insoportable.

Entre las razones barajadas para explicar el repentino abandono de sus parejas, un 15% de las encuestadas alegó que "me agobiaba mazo". La opción "necesitaba tiempo y espacio" fue apoyada por otro 15%. "Es que él no había cambiado" fue la respuesta elegida por un 10%, mientras que otro 10% afirmaba incluso que "me quería demasiado". En cuanto al resto, la mayor parte no sabía o no le daba la real gana de contestar.

Y punto pelota.




lunes, 13 de abril de 2015

Roma




Ver Venecia y morir, dicen. Pues menos mal que aún no la he visto, me digo. Roma, en cambio, es la Ciudad Eterna. Quizá porque, aunque uno haya sufrido allí alguna mala experiencia, siempre puede volver para reconciliarse con el pasado. Roma, de hecho, es un lugar de lo más apropiado para eso: tiene una larga historia de la que sus habitantes han sabido sacar buen partido. 

Es fácil regresar a Roma, ya que todos los caminos llevan a ella. Y si no, ya se sabe: preguntando se va. Del mismo modo que no se construyó en un día, tampoco debe nadie hacerse una idea de la ciudad con una sola visita. Y aunque los romanos siguen estando tan locos como en tiempos de Astérix y Obélix (e Idéfix), la verdad es que la urbe resulta muy acogedora. 

Roma, ciudad abierta. Ciudad romántica (al revés dice Roma y al derecho dice amor). Ciudad alegre, desvergonzada, caótica, gastronómica, elegante, milenaria.

Siempre hay que volver a Roma.




sábado, 4 de abril de 2015

Mi odisea



Ulises y las sirenas, de Herbert James Draper


-Muy bonita tu casa. Lo que no entiendo aún es por qué tienes un mástil plantado en mitad del jardín. Creía que eras más aficionado a la aeronáutica que a los barcos.
-Es para que me aten ahí bien fuerte cada vez me ronde alguna mala mujer, como a Ulises.


viernes, 3 de abril de 2015

El problema de la justicia




Hace casi seis años me mordió en la mano derecha una víbora, en concreto la de la imagen. De todas las víboras con las que me he topado a lo largo de mi ya prolongada existencia, que han sido unas cuantas, esta es la que menos daño me ha hecho y con diferencia: una noche de hospital y una hinchazón que me duró apenas dos semanas. Ninguna secuela. El castigo que recibió, en cambio, fue muy severo. Como el animal y yo coincidimos en una playa (asturiana, para más señas), no dudé en denunciarlo a las autoridades. Al poco se presentó allí la policía, que capturó al reptil, el cual fue ejecutado sin juicio previo por el cruel procedimiento de separarle la cabeza del cuerpo. No puedo dejar de reconocer que, probablemente, nada de esto habría ocurrido si yo no hubiese cometido la absurda imprudencia de tratar de agarrar al infortunado bicho creyendo que se trataba de una simple culebra de agua, similar a las que atrapaba sin problemas en mi ya lejana adolescencia. La verdad, ¿acaso una víbora no tiene derecho también a relajarse tomando el sol a la orilla del mar? Ella fue más bien mi víctima y no al revés.

Al contrario de lo que le ocurrió a Peter Parker con la araña, aquella mordedura no me otorgó superpoderes (como podría ser el control de la temperatura corporal, que me habría venido muy bien dado lo poco que aguanto el calor), ni tampoco me inmunizó frente a nada. De hecho ya digo que las otras víboras que se han cruzado en mi camino han sido infinitamente más virulentas y nocivas. Quizá porque, a diferencia de la que me mordió, estas eran humanas. Y bueno, que yo sepa, después de amargarme la vida cada una de ellas ha seguido tranquilamente con la suya como si nada, cometiendo vaya usted a saber cuántas tropelías más. No digo que merezcan que les corten la cabeza, claro, que tampoco soy la Reina de Corazones (más bien el rey de los corazones rotos), pero oiga, es que me han demostrado ser tan malas y estar tan perturbadas que casi las calificaría de peligro público.

Mi vida como metáfora de la situación de la justicia en España (¿o en el mundo?). Hace unos días se detuvo a un tuitero por publicar imbecilidades en internet acerca del espantoso accidente aéreo de  la compañía Germanwings, entre otras cosas. Que el tipo es idiota perdido queda fuera de toda duda. Que por ello lo detenga la Guardia Civil parece un tanto excesivo. Un par de semanas atrás, ocho personas fueron condenadas nada menos que a tres años de cárcel por protestar contra los recortes hace cuatro años frente al Parlamento de Cataluña. Esto ya no es solo excesivo, es salvaje. Por las mismas fechas hemos sabido que el partido que nos gobierna se financió ilegalmente durante dieciocho años... y bueno, no pasa nada: ahí sigue, gobernando.

Decididamente la justicia está mal a todos los niveles. Y eso del karma no existe: los peores se van de rositas cada dos por tres.


lunes, 23 de marzo de 2015

Desencuentros



Desencuentro, de Adela Casado


¿Sabes lo que me gusta de ti? Que me haces reír, dijo ella.

Él se sintió feliz.

Ella se estaba riendo de él.


martes, 17 de marzo de 2015

Setenta años de ¿paz?




Hace unos días salió la noticia de que España ha acuñado unas monedas para conmemorar el septuagésimo aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de monedas de 10 y 200 euros con la efigie de Felipe VI y el lema 70 años de paz en el reverso.

Este hecho ha causado indignación en cierta izquierda que arguye que en 1945 no había paz en España, sino más bien una sangrienta dictadura que aún perduraría durante tres décadas más.

Lo cierto es que la emisión de estas monedas forma parte de un programa internacional, es decir, en el que participan varios países, y tiene por objeto simplemente recordar el fin de aquella contienda, la peor que ha padecido la humanidad en toda su historia. Hace diez años, por el 60º aniversario, algunos países hicieron algo similar.

Lo que ocurre es que entonces lo de los 70 años de paz es aún más ofensivo. Dado que el programa en cuestión es básicamente europeo (aunque participen en él China, Australia y Canadá), supongo que el lema de marras se refiere al fin de la guerra en Europa. Porque desde luego creo que no hace falta explicar que desde 1945 en el mundo ha habido de todo menos paz.

Ya, pero ¿y en Europa?

Pues en nuestro continente lo cierto es que el año 1945 trajo de todo salvo paz: lo que trajo más bien fueron limpiezas étnicas en masa, represión, la progresiva instauración de dictaduras comunistas en Europa del Este (aparte de la soviética, que ya existía desde antes y que duraría hasta 1991), guerra de guerrillas contra esas dictaduras... Y además, efectivamente, también había en aquel momento sendas dictaduras en Portugal y en España, con guerra de guerrillas incluida en esta última.

Como ejemplos de conflictos no muy pacíficos en Europa desde 1945 podríamos mencionar la Guerra civil griega, la Guerra Fría, el bloqueo de Berlín, la insurrección en la RDA en 1953, la de Polonia en 1956, la Revolución húngara de 1956, el Muro de Berlín, la invasión de Checoslovaquia en 1968 y, como colofón al siglo XX europeo, las guerras en lo que fue Yugoslavia durante los años noventa. De todas formas no he hecho una lista exhaustiva, me he dejado unos cuantos episodios violentos por el camino. Si a alguien le interesa el tema puede leerse por ejemplo "Continente salvaje", de Keith Lowe (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2012).





Y para qué hablar del terrorismo en países como la RFA, Italia, Irlanda del Norte o España.

Sin olvidar la guerra civil que estalló en el este de Ucrania hace un año y que ahí sigue.

Que se conmemore el fin de la Segunda Guerra Mundial vale, pero que se hable de setenta años de paz... La paz de los muertos, desde luego.

Me parece un claro ejercicio de autocomplacencia e hipocresía por parte de los autores de la idea, una estafa y una falta de respeto hacia millones de personas.

En fin, así se escribe la Historia.




jueves, 12 de marzo de 2015

El legado



El Infierno en El jardín de las delicias, de El Bosco


Algún día todo este sufrimiento será tuyo.


miércoles, 11 de marzo de 2015

En el dentista (III)




True story:

-Doctor, me he enjuagado con el colirio.
-¿Con el colirio?
-Bueno, con el locutorio.
-Ah, con el colutorio.
-Eso, con el locutorio.


martes, 10 de marzo de 2015

En el dentista (II)




-Hola, soy paraguayo, y vengo para recoger una dentadura que me hicieron ustedes hace tropemil años.
-¿¿¿Para qué???
-Paraguayo.


lunes, 9 de marzo de 2015

En el dentista (I)




True story:

-Me duele esta muela.
-Tengo que hacerte una radiografía para verla por dentro. ¿Sabes si estás embarazada o si puedes estarlo?
-Buah, si ahí abajo debe haber hasta telarañas y todo...


domingo, 1 de marzo de 2015

El doble rasero (Putin, mon amour)




Escribo lo que veo

Anna Politkóvskaya


Muy buenas.

Hoy vamos a denunciar un doble rasero. En dónde, os estaréis preguntando con ansia quienes me leéis fielmente. En política internacional. Bueno, no vas a descubrir la pólvora, me diréis. Ya, pero es que me apetece comentar un caso flagrante de esto que digo, a ver qué os parece.


sábado, 28 de febrero de 2015

"Harina de otro costal": Los republicanos españoles en el Gulag (I)


Esta entrada y las que le seguirán están dedicadas a Ana Cepeda Étkina: por su vitalidad, por haber recuperado la memoria de su padre y por ser una amiga de verdad.

Gracias, Ana.




Hay momentos en que los pueblos no quieren mandar ni obedecer, sino solo escapar

Denis Diderot


Conocí a mi amiga Ana Cepeda casi de casualidad, allá por el año 2010, gracias a la magia de internet.

Siempre he sido aficionadillo a la historia contemporánea, y hace unos cuantos años descubrí que hubo españoles exiliados en la URSS tras la Guerra Civil que acabaron en los campos de concentración soviéticos, es decir, en el Gulag. Lo chocante del asunto -españoles republicanos, de izquierdas, represaliados en la patria del proletariado- me llamó la atención, así que me hice con algo de información sobre el tema y lo comenté en un foro de internet en el que entonces participaba: Debatalia (hoy sucedido por Chisland). Después de leer lo que escribí, se registró en el foro una tal Ana que decía ser hija de Pedro Cepeda Sánchez, un niño de la guerra malagueño que tuvo la desgracia de pasar ocho años en el Gulag, aunque sobrevivió para contarlo.

O para que nos lo contara su hija, mejor dicho.

Este va a ser el primero de unos artículos en los que vamos a hablar de los cientos de españoles republicanos que, como Pedro Cepeda, pasaron por el Gulag. Tengo que decir que la historia de Cepeda en concreto la conozco bien porque gracias a aquel foro conocí a su hija, Ana. Y porque ella la ha contado en un libro que publicó el año pasado: Harina de otro costal. Un libro en el que tengo el honor de figurar entre los agradecimientos de su autora y cuya portada encabeza este artículo.



A través de internet también entré en contacto con otros autores de libros sobre el mismo tema: Miguel Marco Igual (autor de Los médicos republicanos españoles en la Unión Soviética) y Luiza Iordache Cârstea (autora de En el Gulag), a quien conocí en persona el año pasado.


domingo, 22 de febrero de 2015

(In)decisión




Un judío quiere emigrar a Israel, le conceden la autorización y emigra. Pero, poco después, se da cuenta de que en Israel no está bien y regresa a la Unión Soviética.

Allí constata una vez más que desea huir; al cabo de un año solicita de nuevo permiso para emigrar por segunda vez.

¡Israel, por fin!

Sin embargo, en esta ocasión tampoco se encuentra bien y vuelve sobre sus pasos.

La URSS. Un año más tarde pide permiso para emigrar por tercera vez a Israel.

Es convocado por la Oficina de Inmigración, donde le dicen: "Verá, camarada Rabinovich, no puede seguir usted con este ir y venir. Decídase de una vez por todas. ¿Dónde está mejor, aquí o en Israel?"

Él se rasca la cabeza y dice: "Estoy mejor en el camino."


Vieja leyenda soviética reflejada en la obra "Cuadernos rusos" (Salamandra, 2014), de Igort, según un relato de Galia Ackerman.

Dedicada a Lourdes.


lunes, 16 de febrero de 2015

El poder de Hollywood




En 1945 el Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP) hizo un sondeo entre la población de su país preguntando por la nación que más había contribuido a la derrota de Alemania, ocurrida justamente en aquel año. La potencia que más votos obtuvo, y con mucha diferencia (57%), fue la URSS, cosa muy lógica, ya que entre 1941 y 1945 fue el Ejército Rojo el que se enfrentó al grueso de la Wehrmacht y lo derrotó.

En 1994 se repitió el mismo sondeo, pero el país más votado había pasado a ser EEUU, con un 49%. Y eso que aún no se había estrenado "Salvar al soldado Ryan".

En 2004 se volvió a repetir el sondeo y el porcentaje de votos para Estados Unidos ya fue del 58%.

No sé cómo estará ahora el asunto -cuando se cumplen 70 años del fin de la Segunda Guerra Mundial-, pero a este paso llegará un día en que, para la conciencia colectiva de la población de Occidente, en aquella guerra solo habrá habido dos contendientes: Alemania y Estados Unidos.


jueves, 29 de enero de 2015

Las violaciones masivas soviéticas y la "liberación" de Auschwitz




Auschwitz (Polonia) es el más famoso de los campos de exterminio nazis. En realidad no se trató de un campo sino de un complejo de campos, y es un auténtico símbolo de la barbarie y la maldad. Allí se envió a cerca de un millón trescientas mil personas, de las que murieron un millón cien mil, en su inmensa mayoría (90%)  judíos.

El 27 de enero se conmemoró el 70º aniversario de la liberación de Auschwitz. Aquel triste lugar en realidad fue ”liberado”, sin prisa, por el Ejército Rojo. Parece ser que dicha liberación se produjo casi de casualidad, pues los militares soviéticos que llegaron allí no tenían orden alguna al respecto. Es más, ignoraban la existencia del campo de exterminio. Encontraron a unos 7.500 supervivientes.


lunes, 26 de enero de 2015

Dos años




Dos años ya desde que abrí este blog y parece que fuera ayer, como se suele decir.

Lo comencé sin muchas ganas, con la intención de ir publicando artículos sobre historia -los cuales, en su gran mayoría, ya tenía escritos desde años atrás-, y sobre mis historias personales, de forma más o menos explícita. Me he dado cuenta de que todos ellos son deprimentes: los de historia se refieren a diversos desastres de la humanidad -básicamente guerras y crímenes de masas-, y los otros se centran sobre todo en los frecuentes desastres y bandazos de mi vida sentimental. Sí, aunque en ocasiones trate torpemente de revestir mis escritos con humor e ironía, reconozco que en conjunto resultan desoladores. Pero me temo que van a seguir siendo así, pues este blog no es más que un reflejo de mí mismo, de mi interés por la historia de la humanidad -tremendamente deprimente- y de mi necesidad de desahogarme con respecto a mis fracasos emocionales. Espero, al menos, que estos últimos se tomen un largo descanso, eso sí.

En cualquier caso también tengo que felicitarme por haber aguantado dos años publicando aquí y por tener ganas de seguir haciéndolo, qué diablos. Y lo más importante: quiero dar las gracias a todos los que se han tomado la molestia de leerme e incluso de comentar los artículos. Mil gracias, en serio, sin vosotros habría dejado esto hace tiempo.

A por el siguiente aniversario.


jueves, 8 de enero de 2015

Es cuestión de creencias (II)




El reciente atentado en el que unos fanáticos islamistas han asesinado a varias personas en la sede de la revista satírica Charlie Hebdo, en París, para mí es un nuevo ejemplo de lo peligrosa que es la estupidez.

De hecho es que no hay nada peor que la estupidez, como bien apuntó en su día el historiador Carlo Cipolla, el cual incluso estableció unas leyes sobre la misma:

1. Siempre e inevitablemente cualquiera de nosotros subestima el número de individuos estúpidos en circulación.
2. La probabilidad de que una persona dada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica propia de dicha persona.
3. Una persona es estúpida si causa daño a otras personas o grupo de personas sin obtener ella ganancia personal alguna, o, incluso peor, provocándose daño a sí misma en el proceso.
4. Las personas no-estúpidas siempre subestiman el potencial dañino de la gente estúpida; constantemente olvidan que en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia, asociarse con individuos estúpidos constituye invariablemente un error costoso.
5. Una persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que puede existir.


Con frecuencia, como en el caso que nos ocupa, la estupidez va a asociada al fanatismo, a la intolerancia, a la cerrazón, al fervor, a la exaltación, y entonces estamos perdidos. Pero de esto también nos han advertido las personas sabias, como la novelista P. D. James:

Se puede combatir la estupidez, la intolerancia y el fanatismo cuando vienen por separado. Cuando te enfrentas a los tres juntos lo mejor es escapar, aunque solo sea por preservar el propio equilibrio.