Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad.
Cicerón
El otro día nos despertamos con este impactante titular:
Cicerón
El otro día nos despertamos con este impactante titular:
¿Qué se puede esperar
del PP, ese partido franquista?, pensaremos inmediatamente muchos de
nosotros. Sin embargo, si investigamos un poco el tema, podemos comprobar que
el asunto tiene más enjundia.
Hace tres años, EL PAÍS
nos informaba del rodaje de un documental sobre un misterioso bombardeo nazi de
cuatro pueblos de Castellón, al que comparaba nada menos que con el de
Guernica:
¿Por qué Hitler
bombardeó cuatro pacíficos pueblos de Castellón?
La aviación nazi
experimentó en 1938 su arma más mortífera en una zona alejada del frente
Tras la guerra, el
franquismo ocultó la historia que un documental saca ahora a la luz
JOSEP GRAU
Valencia 26 DIC 2015 -
12:07
El 26 de abril de 1937
Gernika sufrió un bombardeo que sirvió para que la aviación alemana
experimentara su nuevo armamento aéreo. Murieron 126 personas y el hecho es
recordado como un icono de la lucha por la libertad… Sin embargo pocos conocen
que el mayo de 1938, hubo otro Gernika en El Maestrat de Castellón.
Un año antes de acabar
la Guerra Civil española, la Legión Cóndor de la Alemania nazi bombardeó
Benassal y otros pueblos del interior de Castellón causando 38 víctimas
mortales y arrasando unas poblaciones pequeñas y tranquilas del Maestrat. Sus
habitantes nunca entendieron por qué. Ahora, 75 años más tarde, saben que
fueron víctimas de un experimento nazi.
El problema es que esa
noticia estaba plagada de mentiras, pero el documental -Experimento Stuka, se llama- siguió adelante (parece
ser que con una subvención de 28.595,20 euros de la Comunidad Valenciana y de otros 20.000 de la Diputación de Castellón), se estrenó este mes de mayo y
ha dado pie a que el jueves pasado Compromís reclamara en el Senado que se
otorgue una indemnización de 57 millones de euros a las víctimas del bombardeo
y a sus descendientes. Pero el PP se negó esgrimiendo un trabajo de
investigación de los historiadores Lucas Molina Franco y Rafael Permuy López.
En La Sexta contaron la noticia destacando las palabras del senador popular
Guillermo Altava responsabilizando a las autoridades republicanas del desastre
por no evacuar a la población civil:
Aunque a mí me llaman
también la atención las palabras del senador de Compromís, Jordi Navarrete,
tachando el trabajo de Molina Franco y Permuy López de "panfleto" y
tildando a estos autores de "gente relacionada con el anterior
régimen", o sea de fachas, lo que para él invalida cualquier cosa que
escriban. Diga lo que diga Navarrete, Molina Franco y Permuy son unos reputados
historiadores que han publicado un montón de obras sobre la aviación en la
Guerra Civil y digo yo que, cuando menos, habría que tener en cuenta su opinión
en estos temas.
El caso es que
reconozco que no he visto el documental, pero sí su web y el tráiler. Y ahí pone:
En plena Guerra Civil
los habitantes de cuatro diminutos pueblos de Castellón ven aparecer tres
aviones en el horizonte. Algunos niños salen a saludar, los adultos los miran
con inocencia y curiosidad. Pero los aviones maniobran, caen en picado y
bombardean casas e iglesias. Matan a 38 vecinos. Nunca supieron quién fue el
responsable. Hasta ahora.
Casi 80 años después un
vecino encuentra una carpeta en el archivo militar de Friburgo, Alemania, con
66 fotografías aéreas. Los alemanes se tomaron muchas molestias en documentar
aquel bombardeo. Los habitantes de Benassal, Ares, Albocàsser y Vilar de Canes
sabrán por fin que fueron víctimas de un experimento nazi.
Los pilotos pertenecían
a la Legión Cóndor, enviada por Hitler para ayudar a Franco. Fijaron su base en
la Sènia (Tarragona). Bombardeaban por la mañana y pasaban la tarde bebiendo
cerveza en la playa de Peñíscola. Era mayo del 38 y acababan de recibir los
tres primeros modelos del Junkers 87A, conocido como ‘Stuka’. Los prototipos
entraron en España en secreto y debían calibrar si aguantarían una nueva bomba
de 500 kilos, el doble de las lanzadas hasta entonces. El mortífero éxito del
experimento sobre población civil fue determinante en la decisión alemana de
construir en masa el Stuka para arrasar con él Europa en la todavía
insospechada II Guerra Mundial.
Es falso que no se
supiera hasta ahora quiénes fueron los responsables de aquellos bombardeos. El
informe alemán sobre dichos ataques ya fue empleado en un conocido libro acerca
de la Legión Cóndor de los autores Karl Ries y Hans Ring publicado en 1980, y
también fue utilizado por Antony Beevor en su obra sobre la Guerra Civil
Española publicada en 2005, en la que de hecho menciona los bombardeos.
Es falso que los
Junkers Ju 87A Stuka entraran en España en mayo de 1938 y en secreto: lo
hicieron en enero con conocimiento de las autoridades franquistas (y de las
republicanas), empezaron a operar en febrero y bombardearon objetivos con
bombas de 500 kilos antes y después de los ataques a esos cuatro pueblos.
Es falso, como se ha
escrito en muchos medios, que aquellos cuatro pueblos (Benasal, Albocácer, Ares del Maestre y Villar de Canes) estuvieran alejados del
frente, pues de hecho estaban en el frente en mayo de 1938, ya que fueron
ocupados por los franquistas justo después de los ataques aéreos. Unos ataques
que tenían objetivos militares, pues el Maestrazgo era en aquel momento el escenario de una ofensiva y de hecho había hasta cinco divisiones republicanas en la zona.
Los
Stukas no se diseñaron para arrasar ciudades, sino para atacar objetivos
militares con cierta precisión, pues eran bombarderos en picado. Lo que no quiere
decir que en sus ataques no pudiera haber víctimas civiles, por supuesto, pero
no era lo que se perseguía.
La tesis del
documental, al parecer, es la de un profesor de Física de la Universidad de
Valencia, Óscar Vives, aficionado a la historia y vecino de Benasal, que
"descubrió" el informe sobre los bombardeos en Friburgo. A partir de
ahí, elaboró su propia teoría que ha sido tomada como dogma de fe por los
autores del documental y de paso por Compromís, aunque dicha hipótesis esté
plagada de errores, por decirlo de algún modo.
Por favor, leed este
artículo donde se explica todo la mar de bien:
Y aquí tenéis un
artículo de Molina Franco y Permuy López -los fachas a los que desprecian en
Compromís- contando la historia con todo lujo de detalles e incluso con mapas en
los que comprobar lo alejadísimos del frente que estaban esos cuatro pueblos:
Al menos leed el
apartado "conclusiones".
Mi conclusión es que
estamos ante una flagrante manipulación de la historia con fines políticos
(otra más), esta vez con dinero de por medio. Y es que la memoria histórica
también puede ser un negocio. En la Guerra Civil Española hubo auténticos
bombardeos de terror en retaguardia y no veo la necesidad de inventar otros. Y
por supuesto suscribo estas palabras de Lucas y Permuy:
"La utilización
falsaria de datos históricos, jugando con los sentimientos de las personas bien
intencionadas y confundiendo al público con verdades a medias y planteamientos
históricamente discutibles es, cuando menos, moralmente reprobable".