La declaración trimestral que hacemos los
autónomos viene a ser como el castigo impuesto a Prometo, con dos diferencias: es Hacienda quien nos devora periódicamente el hígado en lugar de un
águila, y al menos ocurre cada tres meses en lugar de cada día. Un leve
respiro que nos da el Sistema, el cual, en su infinita misericordia, supongo que
entiende así que no somos inmortales como aquel famoso titán griego.
martes, 2 de febrero de 2016
martes, 26 de enero de 2016
Tres años
Un año más de vida, esta vez con más aventuras que desventuras. Un año más de blog, ya van tres en total, y aún me apetece seguir escribiendo mis historias, aunque pasen desapercibidas para el gran público.
Quizá después de todo existan los milagros, si es que lo podemos llamar así. O igual es que cuando empiezo algo nunca lo dejo.
Va por ustedes.
jueves, 21 de enero de 2016
Ramón Franco y los tipos del "Plus Ultra"
Comienza un año
lleno de grandes aniversarios relacionados con nuestra historia reciente:
cincuenta años del accidente de Palomares, ochenta del estallido de la Guerra
Civil Española… Sin ir más lejos, mañana mismo se cumplen noventa años del
inicio del viaje del Plus Ultra, el
hidroavión que realizó el primer vuelo entre España y América. En este
articulillo vamos a hablar de aquella aventura y de sus protagonistas, pero
sobre todo de uno de ellos: Ramón Franco Bahamonde.
viernes, 8 de enero de 2016
Regreso del futuro
Michael J. Fox en Regreso al futuro (1985), de Robert Zemeckis
Cuando Marty McFly regresó del futuro, dejó a su novia.
Se había anticipado a ella.
Fe ciega
Los amantes, de René Magritte
Yo sí creo en una fuerza superior incontrolable: la que me arrastra sin remedio desde la primera vez que me metí en la cama contigo.
viernes, 11 de diciembre de 2015
El implante
Hace unos días, mi amiga y colega Mónica puso un implante dental en la clínica de la que soy responsable. Es el primero que se coloca en la clínica desde que soy el responsable, para ser exactos.
Parafraseando a Neil Armstrong, dicho acontecimiento es posible que ni siquiera representara un pequeño paso para la humanidad, pero para un tipo como yo fue un triple salto mortal con tirabuzón.
Y salió bien.
Tus manos
Me despierto y no me puedo levantar, como en la canción de Mecano. De hecho no me querría ni despertar, aunque ya no hay remedio. Me someto entonces a la dictadura del viejo triunvirato (trabajo, tiempo y responsabilidad) y me dirijo dando tumbos a la ducha. Tras un fugaz café me lanzo de cabeza a la apabullante rutina diaria: el tráfico, el curro, las caras agradables, las caras desagradables, las satisfacciones, las decepciones, los problemas, el estrés... Un largo y cansado día, como tantos otros.
Pero al final las veo. Ahí siguen, tan bonitas como siempre. Veo cómo se acercan, cómo me tocan, me acarician, me cogen, me sostienen, como si fuera un niño otra vez. Me hacen sentir que todo está bien. Que todo está muy bien, mejor dicho. Y después me recorren entero y me convierten en adulto de nuevo.
Sí, tus manos.
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