Es que estoy harto de los dentistas, me dice un tío al que no había visto en mi vida. Entonces pienso en responderle que por mi parte estoy harto de la gente maleducada como él. De idiotas que se dejan hacer cualquier chapuza en clínicas donde cobran barato, y que luego van a quejarse a quien no tiene culpa de nada. Y ya puestos, de la gente deshonesta, falsa. También de los bocazas, claro. Por eso mismo me callo y trato de buscar una solución a su problema.
Aunque sepa de antemano que no me va a hacer ni caso.