domingo, 1 de marzo de 2015

El doble rasero (Putin, mon amour)




Escribo lo que veo

Anna Politkóvskaya


Muy buenas.

Hoy vamos a denunciar un doble rasero. En dónde, os estaréis preguntando con ansia quienes me leéis fielmente. En política internacional. Bueno, no vas a descubrir la pólvora, me diréis. Ya, pero es que me apetece comentar un caso flagrante de esto que digo, a ver qué os parece.


sábado, 28 de febrero de 2015

"Harina de otro costal": Los republicanos españoles en el Gulag (I)


Esta entrada y las que le seguirán están dedicadas a Ana Cepeda Étkina: por su vitalidad, por haber recuperado la memoria de su padre y por ser una amiga de verdad.

Gracias, Ana.




Hay momentos en que los pueblos no quieren mandar ni obedecer, sino solo escapar

Denis Diderot


Conocí a mi amiga Ana Cepeda casi de casualidad, allá por el año 2010, gracias a la magia de internet.

Siempre he sido aficionadillo a la historia contemporánea, y hace unos cuantos años descubrí que hubo españoles exiliados en la URSS tras la Guerra Civil que acabaron en los campos de concentración soviéticos, es decir, en el Gulag. Lo chocante del asunto -españoles republicanos, de izquierdas, represaliados en la patria del proletariado- me llamó la atención, así que me hice con algo de información sobre el tema y lo comenté en un foro de internet en el que entonces participaba: Debatalia (hoy sucedido por Chisland). Después de leer lo que escribí, se registró en el foro una tal Ana que decía ser hija de Pedro Cepeda Sánchez, un niño de la guerra malagueño que tuvo la desgracia de pasar ocho años en el Gulag, aunque sobrevivió para contarlo.

O para que nos lo contara su hija, mejor dicho.

Este va a ser el primero de unos artículos en los que vamos a hablar de los cientos de españoles republicanos que, como Pedro Cepeda, pasaron por el Gulag. Tengo que decir que la historia de Cepeda en concreto la conozco bien porque gracias a aquel foro conocí a su hija, Ana. Y porque ella la ha contado en un libro que publicó el año pasado: Harina de otro costal. Un libro en el que tengo el honor de figurar entre los agradecimientos de su autora y cuya portada encabeza este artículo.



A través de internet también entré en contacto con otros autores de libros sobre el mismo tema: Miguel Marco Igual (autor de Los médicos republicanos españoles en la Unión Soviética) y Luiza Iordache Cârstea (autora de En el Gulag), a quien conocí en persona el año pasado.


domingo, 22 de febrero de 2015

(In)decisión




Un judío quiere emigrar a Israel, le conceden la autorización y emigra. Pero, poco después, se da cuenta de que en Israel no está bien y regresa a la Unión Soviética.

Allí constata una vez más que desea huir; al cabo de un año solicita de nuevo permiso para emigrar por segunda vez.

¡Israel, por fin!

Sin embargo, en esta ocasión tampoco se encuentra bien y vuelve sobre sus pasos.

La URSS. Un año más tarde pide permiso para emigrar por tercera vez a Israel.

Es convocado por la Oficina de Inmigración, donde le dicen: "Verá, camarada Rabinovich, no puede seguir usted con este ir y venir. Decídase de una vez por todas. ¿Dónde está mejor, aquí o en Israel?"

Él se rasca la cabeza y dice: "Estoy mejor en el camino."


Vieja leyenda soviética reflejada en la obra "Cuadernos rusos" (Salamandra, 2014), de Igort, según un relato de Galia Ackerman.

Dedicada a Lourdes.


lunes, 16 de febrero de 2015

El poder de Hollywood




En 1945 el Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP) hizo un sondeo entre la población de su país preguntando por la nación que más había contribuido a la derrota de Alemania, ocurrida justamente en aquel año. La potencia que más votos obtuvo, y con mucha diferencia (57%), fue la URSS, cosa muy lógica, ya que entre 1941 y 1945 fue el Ejército Rojo el que se enfrentó al grueso de la Wehrmacht y lo derrotó.

En 1994 se repitió el mismo sondeo, pero el país más votado había pasado a ser EEUU, con un 49%. Y eso que aún no se había estrenado "Salvar al soldado Ryan".

En 2004 se volvió a repetir el sondeo y el porcentaje de votos para Estados Unidos ya fue del 58%.

No sé cómo estará ahora el asunto -cuando se cumplen 70 años del fin de la Segunda Guerra Mundial-, pero a este paso llegará un día en que, para la conciencia colectiva de la población de Occidente, en aquella guerra solo habrá habido dos contendientes: Alemania y Estados Unidos.


jueves, 29 de enero de 2015

Las violaciones masivas soviéticas y la "liberación" de Auschwitz




Auschwitz (Polonia) es el más famoso de los campos de exterminio nazis. En realidad no se trató de un campo sino de un complejo de campos, y es un auténtico símbolo de la barbarie y la maldad. Allí se envió a cerca de un millón trescientas mil personas, de las que murieron un millón cien mil, en su inmensa mayoría (90%)  judíos.

El 27 de enero se conmemoró el 70º aniversario de la liberación de Auschwitz. Aquel triste lugar en realidad fue ”liberado”, sin prisa, por el Ejército Rojo. Parece ser que dicha liberación se produjo casi de casualidad, pues los militares soviéticos que llegaron allí no tenían orden alguna al respecto. Es más, ignoraban la existencia del campo de exterminio. Encontraron a unos 7.500 supervivientes.


lunes, 26 de enero de 2015

Dos años




Dos años ya desde que abrí este blog y parece que fuera ayer, como se suele decir.

Lo comencé sin muchas ganas, con la intención de ir publicando artículos sobre historia -los cuales, en su gran mayoría, ya tenía escritos desde años atrás-, y sobre mis historias personales, de forma más o menos explícita. Me he dado cuenta de que todos ellos son deprimentes: los de historia se refieren a diversos desastres de la humanidad -básicamente guerras y crímenes de masas-, y los otros se centran sobre todo en los frecuentes desastres y bandazos de mi vida sentimental. Sí, aunque en ocasiones trate torpemente de revestir mis escritos con humor e ironía, reconozco que en conjunto resultan desoladores. Pero me temo que van a seguir siendo así, pues este blog no es más que un reflejo de mí mismo, de mi interés por la historia de la humanidad -tremendamente deprimente- y de mi necesidad de desahogarme con respecto a mis fracasos emocionales. Espero, al menos, que estos últimos se tomen un largo descanso, eso sí.

En cualquier caso también tengo que felicitarme por haber aguantado dos años publicando aquí y por tener ganas de seguir haciéndolo, qué diablos. Y lo más importante: quiero dar las gracias a todos los que se han tomado la molestia de leerme e incluso de comentar los artículos. Mil gracias, en serio, sin vosotros habría dejado esto hace tiempo.

A por el siguiente aniversario.


jueves, 8 de enero de 2015

Es cuestión de creencias (II)




El reciente atentado en el que unos fanáticos islamistas han asesinado a varias personas en la sede de la revista satírica Charlie Hebdo, en París, para mí es un nuevo ejemplo de lo peligrosa que es la estupidez.

De hecho es que no hay nada peor que la estupidez, como bien apuntó en su día el historiador Carlo Cipolla, el cual incluso estableció unas leyes sobre la misma:

1. Siempre e inevitablemente cualquiera de nosotros subestima el número de individuos estúpidos en circulación.
2. La probabilidad de que una persona dada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica propia de dicha persona.
3. Una persona es estúpida si causa daño a otras personas o grupo de personas sin obtener ella ganancia personal alguna, o, incluso peor, provocándose daño a sí misma en el proceso.
4. Las personas no-estúpidas siempre subestiman el potencial dañino de la gente estúpida; constantemente olvidan que en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia, asociarse con individuos estúpidos constituye invariablemente un error costoso.
5. Una persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que puede existir.


Con frecuencia, como en el caso que nos ocupa, la estupidez va a asociada al fanatismo, a la intolerancia, a la cerrazón, al fervor, a la exaltación, y entonces estamos perdidos. Pero de esto también nos han advertido las personas sabias, como la novelista P. D. James:

Se puede combatir la estupidez, la intolerancia y el fanatismo cuando vienen por separado. Cuando te enfrentas a los tres juntos lo mejor es escapar, aunque solo sea por preservar el propio equilibrio.