-El Manifiesto Comunista, del dúo socialdemócrata Marx y Engels, va dirigido a todos los trabajadores del mundo. Un libro de autoyuda, en principio, va dirigido a todo el mundo, trabaje o no.
-El Manifiesto Comunista anima a los individuos a formar parte activa de un colectivo. Un libro de autoayuda anima a los miembros de un colectivo a remarcar su individualismo.
-Ambos son farragosos de leer.
-Ambos pretenden explicar cómo funciona el mundo, nada menos.
-Ambos pretenden ser salvíficos: prometen el paraíso si se siguen correctamente sus indicaciones.
-Ambos van más allá de la utopía: son imposibles de poner en práctica de forma satisfactoria.
Del Manifa se pueden decir muchas cosas, pero farragoso no es. Es un panfleto escrito para que cualquier persona que sepa leer pueda entenderlo. Y de que explica cómo funciona el mundo, ni hablar. No habla de física, ni de química, ni de teoría cuántica. Realiza una hermenéutica político-económico-cultural de la sociedad en una época en la que una buena piña de historiadores están constituyendo a la historia como una "ciencia del espíritu", es decir, lo que ahora diríamos un "saber humano". Frente a las lecturas de Schlegel, Niebuhr, Ranke, Humboldt, Taine, Droysen, Mommsem, Burckhardt o Lamprecht, emplean la noción de "ideología" de de Tracy para configurar la de "superestructura".
ResponderEliminarMarx viene a exponer que hay una interrelación entre lo económico, lo político y la esfera cultural, ámbitos siempre en manos de los amos. Y expresa la diferencia en todas las sociedades entre amos y esclavos o, en en términos más históricos, entre conquistadores y conquistados.
Una cosa es el comunismo histórico, una barbarie, y otra el marxismo como sistema de pensamiento. A mi entender un historiador que no sea marxista es como un biólogo predarwiniano. Que no estés de acuerdo con su solución política (la dictadura del proletariado y esas gaitas) no significa que su análisis y hermenéutica vayan erradas. Son cosas distintas.
Los análisis históricos que realizas en este blog son marxistas. No expones meramente hecho, sino que realizas valoraciones. Analizas estructuras y asignas valores en virtud de una moralidad (superestructura). Y haces bien. Pero tu lectura es formalmente marxista, aunque no te guste.