Si te dejara seguro que
no me echarías de menos, dijo ella.
Él le reprochaba que
dijera esas cosas porque no eran verdad, pero en el fondo se sentía satisfecho,
pues suponía que era la forma que ella tenía de mostrar su interés en él y
demandar su atención.
Ambos iban muy desencaminados.
Finalmente ella le dejó, y él la echó de menos más que a nadie nunca.
Pues no entiendo por qué. Se echan de menos las cosas buenas, claro...cuando son verdaderas. :-P
ResponderEliminarYo creo que se echan de menos los momentos felices, aunque luego haya desengaños ;)
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