Un grupo de partisanos comunistas se topa con tres soldados enemigos a los que capturan. Como la vida guerrillera no facilita eso de hacerse cargo de prisioneros, los partisanos debaten si han de fusilar a los soldados, pero estos intervienen y les hacen ver que en tiempos de paz eran trabajadores simples y corrientes y por tanto no sería correcto que unos comunistas asesinaran a unos compañeros proletarios, aunque sean enemigos. Añaden además que son reclutas y, en consecuencia, víctimas del sistema capitalista que les ha obligado a combatir en contra de su voluntad. Los partisanos quedan convencidos y dejan a los soldados en libertad. Poco después, y gracias a las informaciones de los prisioneros liberados, llega un gran contingente de tropas a la zona que masacra a los partisanos.
Al cabo de un tiempo, los partisanos supervivientes reorganizan su unidad y deciden matar a todos los prisioneros que capturen, cosa que efectivamente hacen a partir de aquel momento sin ningún reparo. Tras el fin de la contienda, los partisanos son acusados de violar la Convención de Ginebra. Detenidos y jugados, se les responsabiliza de crímenes de guerra y son ejecutados al amanecer.
PD: Esta historia está basada en parte en hechos reales.
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