Hace unos días salió la noticia de que España
ha acuñado unas monedas para conmemorar el septuagésimo aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de monedas de 10 y 200 euros con la efigie de Felipe VI y el lema
70 años de paz en el reverso.
Este hecho ha causado
indignación en cierta izquierda que arguye que en 1945 no había paz en España, sino más bien una sangrienta dictadura que aún perduraría durante tres décadas más.
Lo cierto es que la emisión de estas monedas forma parte de un
programa internacional, es decir, en el que participan varios países, y tiene por objeto simplemente recordar el fin de aquella contienda, la peor que ha padecido la humanidad en toda su historia. Hace diez años, por el 60º aniversario, algunos países hicieron algo similar.
Lo que ocurre es que entonces lo de los 70 años de paz es aún más ofensivo. Dado que el programa en cuestión es básicamente europeo (aunque participen en él China, Australia y Canadá), supongo que el lema de marras se refiere al fin de la guerra en Europa. Porque desde luego creo que no hace falta explicar que desde 1945 en el mundo ha habido de todo menos paz.
Ya, pero ¿y en Europa?
Como ejemplos de conflictos no muy pacíficos en Europa desde 1945 podríamos mencionar la
Guerra civil griega, la
Guerra Fría, el
bloqueo de Berlín, la
insurrección en la RDA en 1953, la de
Polonia en 1956, la
Revolución húngara de 1956, el
Muro de Berlín, la
invasión de Checoslovaquia en 1968 y, como colofón al siglo XX europeo, las
guerras en lo que fue Yugoslavia durante los años noventa. De todas formas no he hecho una lista exhaustiva, me he dejado unos cuantos episodios violentos por el camino. Si a alguien le interesa el tema puede leerse por ejemplo
"Continente salvaje", de Keith Lowe (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2012).
Que se conmemore el fin de la Segunda Guerra Mundial vale, pero que se hable de setenta años de paz... La paz de los muertos, desde luego.
Me parece un claro ejercicio de autocomplacencia e hipocresía por parte de los autores de la idea, una estafa y una falta de respeto hacia millones de personas.
En fin, así se escribe la Historia.