Ilustración para el cuento La Bella y la Bestia, de Eleanor Vere Boyle
La chica más guapa del
mundo se puso a tirarle los tejos al tío más horrendo del universo. Como el
tipo era feo pero no de piedra, no tardó en caer rendido ante su magia y empezaron a
salir juntos. Los demás le preguntaban a ella que qué veía en él: "no es
guapo, pero es un encanto", respondía feliz.
Un día se pelearon, que
es lo que tienen todas las parejas. Ella sólo esperaba que su novio se
tranquilizara un poco, pero él decidió cambiar aquello que creía era el origen
del problema: su aspecto físico. Desde que sufrió la mordedura de un camaleón, años atrás, el tipo había adquirido el poder de modificar con
facilidad su piel, de modo que se volvió de color verde, se puso cachas, se
afeitó y se cortó el pelo para asemejarse así al Increíble Hulk. Ahora sí le
voy a gustar de verdad, se dijo a sí mismo satisfecho.
Cuando ella le vio
salió despavorida.