sábado, 2 de febrero de 2013

"Marte", la gran batalla que se ocultó



Cuando pensamos en el Frente del Este durante la Segunda Guerra Mundial, en seguida nos vienen a la cabeza nombres de lugares como Kiev, Moscú, Leningrado, Sebastopol, Jarkov, Kursk y, sobre todo, Stalingrado. El nombre de Rzhev seguramente no sea de los primeros, es más, puede que ni se nos ocurra, y sin embargo esa zona fue escenario de una de las mayores y más sangrientas batallas de aquella guerra, ocurrida precisamente a la vez que la de Stalingrado, que como ya hemos dicho sí es bien conocida y de cuyo final se han cumplido hoy setenta años.


La Operación Marte fue planificada por la Stavka (Alto Mando soviético) junto a la Operación Urano. Ambas tenían objetivos similares: la destrucción de sendos ejércitos alemanes, el 6º en Stalingrado (Urano) y el 9º en el saliente de Rzhev (Marte). Se trataba de alejar a los nazis definitivamente tanto de Moscú como del Volga.

Los soviéticos planearon para después nuevas operaciones con objetivos más ambiciosos. La operación Júpiter destruiría el Grupo de Ejércitos Centro alemán, y la operación Saturno el Grupo de Ejércitos Sur (que estaba dividido a su vez en otros dos grupos: A y B). Finalmente se puso en práctica una versión reducida de la última ("Pequeño Saturno") debido al contraataque de Von Manstein para tratar de romper el cerco de Stalingrado.


El saliente de Rzhev se formó al oeste de Moscú tras la contraofensiva soviética en el invierno de 1941 a 1942:



Y así estaba el frente a mediados de noviembre de 1942 tras la ofensiva de verano alemana hacia el Cáucaso y el Volga (Operación Azul):



Los planes de la Stavka para Marte y Urano comenzaron en septiembre de 1942. Urano se desencadenó el 19 de noviembre y no sólo fue un éxito, sino que para muchos supuso el auténtico punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial en Europa. En cambio Marte, que empezó el 25 de noviembre y se prolongó durante casi un mes, fue un brutal fracaso soviético y prácticamente no se ha sabido de su existencia hasta hace unos 15 años.

Ambas operaciones eran muy equiparables, tanto en sus objetivos como en las fuerzas implicadas en ellas. De hecho, se destinaron más armas y hombres a desencadenar Marte (1,9 millones de soldados) que Urano (1,1 millones).

Durante 50 años la historiografía soviética ocultó o tergiversó todo lo referente a la Operación Marte. Esto se debió a que la ofensiva fracasó y a que el Ejército Rojo tuvo un número enorme de bajas: 100.000 muertos y más de 235.000 heridos. Además, los soviéticos perdieron al menos 1.600 tanques de los 1.900 destinados inicialmente a la operación. Esta cifra es superior al número total de tanques asignados por Vasilevsky para la Operación Urano (1.400).

Los alemanes por su parte perdieron 40.000 hombres.




Comparando esta operación con Urano, hay que decir que en el sector de Stalingrado los soviéticos rompieron el frente por zonas defendidas por tropas rumanas, que no estaban muy motivadas a combatir. En el saliente de Rzhev los soviéticos se enfrentaron sólo a alemanes.

La única ventaja que sacaron los soviéticos de la operación fue que los alemanes no pudieron retirar tropas de ese frente para enviarlas al sur.


Walter Model, comandante del 9º Ejército alemán, el vencedor



Georgy Konstantinovich Zhukov, el perdedor


El archifamoso general soviético Zhukov era por entonces vicecomandante supremo del Ejército Rojo y responsable por tanto de ambas operaciones. Como miembro de la Stavka participó en la planificación de las dos, pero por lo visto dirigió personalmente Marte mientras Vasilevsky se encargaba de dirigir Urano. Sin embargo, Zhukov no ha pasado a la Historia –al menos hasta hace poco- como el general derrotado en Rzhev, sino como el vencedor de Stalingrado.

De hecho, el propio Zhukov tergiversó en sus memorias toda esta historia minimizando la importancia de la Operación Marte (a la que dedica sólo unas pocas líneas, en contraste con el gran espacio que reserva a Urano), y dando a entender que no fue más que una maniobra de distracción de Urano. Ni siquiera la menciona por su nombre en clave.

De esta forma, en las crónicas de la Segunda Guerra Mundial publicadas en el siglo pasado no aparecía ninguna referencia a la Operación Marte como tal hasta que el historiador David Glantz la sacó a la luz a finales de los años noventa.

Pongo algunos ejemplos de esto que digo sacados de libros que tengo por casa:

-En su magna obra de dos tomos “La Segunda Guerra Mundial”, la única referencia que hace Raymond Cartier a la Operación Marte es la frase “violentos ataques se suceden alrededor de Rzhev” hablando de la situación general en el Frente del Este en el invierno de 1942 a 1943 (p. 63, tomo 2, Planeta, 1966).

-En su famoso libro “Enemy at the gates. The Battle for Stalingrad” (“La batalla por Stalingrado” en castellano), publicado en 1973, la única referencia que hace William Craig a la Operación Marte es la frase “Stalin retuvo a Zhukov en Moscú, ostensiblemente para planear un ataque de diversión al oeste de la capital a fin de hacer perder el equilibro a los alemanes” (p. 236, Planeta, 2004).

-Todavía en 1998, en su libro “Stalingrad”, el historiador Antony Beevor despacha la Operación Marte de la siguiente forma: “Las medidas de engaño activo incluían acelerar la actividad en torno a Moscú. Los alemanes identificaron el ángulo saliente de Rzhev como el área más probable para una ofensiva soviética en noviembre” (pp. 208-209, Crítica, 2000).

Pues si los alemanes hicieron eso desde luego dieron en la diana.

Como se puede observar, en las crónicas de la Segunda Guerra Mundial la Operación Marte aparecía no como una gran batalla en la que los soviéticos intentaron cercar a un ejército alemán y fracasaron dejando tras de sí 100.000 muertos, no como una operación paralela a la que produjo el cerco del 6º Ejército en Stalingrado, sino como una serie de “violentos ataques” sin más, o como un simple “ataque de diversión” para engañar a los alemanes. Esta gran distorsión de la historia tiene básicamente dos causas:

-La censura y las tergiversaciones de la historiografía soviética (empezando por las memorias de Zhukov).

-El hecho de que  los servicios de inteligencia occidentales de la época sencillamente no se enteraran del fracaso de Zhukov en Rzhev.

En realidad la Operación Marte no salió a la luz hasta que desapareció la Unión Soviética y se pudieron consultar sus archivos. Como ya he dicho, en Occidente fue el historiador David Glantz el que publicó los primeros trabajos al respecto, en especial “Zhukov's Greatest Defeat: The Red Army's Epic Disaster in Operation Mars, 1942” (1999).

Después han aparecido otros libros que sí relatan con cierto detalle la Operación Marte, como “A War to be Won”, de Williamson Murray y Allan R. Millet (2000), o “Absolute War”, de Chris Bellamy (2007). Ambos libros se han publicado en España bajo los títulos “La guerra que había que ganar” (Crítica, 2002) y “Guerra absoluta” (Ediciones B, 2011).

Para terminar señalaré una irónica paradoja en todo esto. Mientras Hitler mantuvo su determinación en defender Stalingrado hasta el fin y perdió, en el saliente de Rzhev logró una gran victoria defensiva pero justo después ordenó a sus tropas que se retiraran del mismo. De esa forma, en marzo de 1943 los soviéticos tomaron Viazma, eliminaron el saliente y se alejó así para siempre el peligro de que los alemanes lanzaran una ofensiva que pudiera amenazar Moscú.




Más información:

-Bellamy, Chris, “Guerra absoluta”, Ediciones B, 2011.

-Murray, Williamson y Millet, Allan R., “La guerra que había que ganar”, Crítica, 2002.




14 comentarios:

  1. Bueno, te veo inmerso en el blogomundo! Ya veo que le has lavado la cara y te está quedando muy chulo. Te falta poner la casilla de seguidores para que se vea que esto tiene vidilla.

    Un abrazo.

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  2. Bueno, vengo de la mano de Analogías :), uno la verdad es que es muy aficcionado a la historia, pero vaya, en plan mucho más modesto la verdad, no suelo currarme las entradas de esta manera.

    Interesante el tema, creo que la Unión Soviética aun tiene que darnos alguna sorpresa, impresionante el cómo se mantuvo oculta una batalla tan grande, realmente interesante la cosa.

    Saludos mozo y ánimo.

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  3. La obra de Raymond Cartier engancha por su estilo ágil y su agudo análisis de las estrategias; sin embargo, tiene lagunas importantes a pesar de haberse publicado en 1965, con 20 años para documentarse. Por ejemplo sobre el ataque a Tarento contiene una foto y éso es todo, no se habla en absoluto del ataque que inutilizó a la flota italiana.
    Sobre la guerra en Rusia mucho es lo que no se ha publicado aún debidamente en Occidente. No hace mucho los rusos crearon un sitio interactivo en la telaraña de amplitud mundial, interactivo, bilingüe ruso/inglés, llamado "Los victoriosos", en los que se relataba la guerra del III Reich contra la URSS; pues bien, se relataban inmensas batallas aéreas en el Cáucaso, según ellos con 1.000 aparatos alemanes abatidos, algo de la escala de la batalla de Inglaterra. De ésto en Occidente ni hemos oído hablar; Cartier todo lo que dice es que el avance alemán se detuvo, sin indicar porqué.

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    1. No sé si hablamos de la misma obra o del mismo autor. En la edición que tengo (diciembre de 1966), se describe perfectamente el ataque a Tarento entre las páginas 180 y 181 del primer tomo. En cuanto a los motivos del fracaso alemán en el Cáucaso, quedan bastante bien explicados en ambos tomos. La obra de Cartier efectivamente tiene algunas carencias -como la que menciono en el artículo, y cuyas causas son las que he expuesto-, pero no son las que dices.

      Un saludo.

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    2. Sí, es la misma obra. Hasta ahora me había pasado desapercibida esta descripción del ataque a Tarento porque son solamente dos párrafos, sin fotografías, dentro del artículo "Comienza la guerra ítalo-griega". Hay una fotografía pequeña al final del libro, en el resumen cronológico. Sigo pensando que es una obra con importantes lagunas, y la operación Marte no es la única.

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  4. Ante todo, quería felicitarte por este buen artículo sobre la Operación "Marte" :) Y también quiero criticar algunos puntos.

    Debe hacerse notar que tanto el libro de C. Bellamy como el de Williamson y Murray han quedado un tanto obsoletos en esta cuestión, en gran medida precisamente porque el libro de David Glantz también ha quedado obsoleto. El mismo David Glantz, años más tarde, aceptó las críticas de los artículos publicados por A.S. Orlov y V.V. Gurkin y revisó a la baja el número de efectivos soviéticos en "Marte" o la "Segunda ofensiva de Rzhev-Sychevka": 83 divisiones con 817.000 tropas y 2.352 tanques (Colossus Reborn: The Red Army at War, 1941-1943, p. 37. Lawrence, Ks: University Press of Kansas, 2005).

    Por otra parte, en la reciente biografía de Geoffrey Roberts sobre Zhukov (Stalin's General: The Life of Georgy Zhukov, Londres: Icon Books, 2012) comparte en parte la interpretación primeriza de Glantz, aunque también considera que dramatiza en exceso la omisión de Zhukov en sus Memorias (pp. 169-170), pues si bien es cierto que prefiere dedicar más tiempo a la exitosa Operación "Urano", también es cierto que Zhukov en varias ocasiones y públicamente aceptó su plena responsabilidad por el fracaso de la "Primera ofensiva de Rzhev-Viaz'ma" de Enero-Abril de 1942, durante la cuál el 33º Ejército al mando de Efremov fue cercado y aniquilado.

    También se ha hecho notar que las defensas alemanas en este sector del Grupo de Ejércitos "Centro" eran extraordinariamente poderosas, lo que explicaría porque el RKKA se mostró incapaz de aniquilar dicho saliente que representaba una amenaza estratégica contra Moscú, de ahí la obsesión de Zhukov y Stalin para eliminarlo.

    Por último, sólo quería señalarte que recientemente se ha publicado en inglés el libro de Svetlana Gerasimova sobre las tres batallas de Rzhev (trad. Stuart Britton, The Rzhev Slaughterhouse: The Red Army's forgotten 15-month campaign against Amy Group Center, 1942-1943, Solihull: Helion, 2013). Aún está pendiente de leer, así que no puedo detallar cuáles son sus contribuciones al respecto.

    Saludos,

    Joan a.k.a. Shrike

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    1. Gracias por tus actualizaciones. Estoy de acuerdo en que las defensas germanas en el saliente de Rzhev eran mejores que en los flancos de Stalingrado: para los soviéticos era bastante más fácil romper el frente enfrentándose a rumanos que a alemanes.
      En todo caso el daño persiste: la Operacion Marte sigue siendo un episodio muy desconocido de la Segunda Guerra Mundial.

      Un saludo.

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  5. Las operaciones de diversión pueden tener muchas tropas, suponer grandes sacrificios e incluso tener ambiciones locales. El desarrollo de operaciones general minimiza la importancia de "Marte". De hecho esa derrota no tuvo consecuencias serias y un fracaso en "Saturno" hubiese significado la victoria final del eje; tanto es así que recortan a "Pequeño Saturno" para consolidar los éxitos de "Urano" sin arriesgarse a perderlo todo por un exceso de confianza. El fracaso de "Saturno" hubiese sido la derrota soviética. Las tropas del eje ancladas en la URSS y los recursos obtenidos hubiesen significado la derrota aliada en el Mediterráneo. El corredor alemán-japonés, a través de Siberia u oriente, hubiese multiplicado la fuerza del eje. Inglaterra habría caído más pronto que tarde, y quizás EEUU hubiese firmado un armisticio a cambio de que América fuera su área de influencia, quedando la zona alemana hasta el eje Pamir - Tian Shan - Cherski y siendo para Japón el territorio hasta las puertas de América. Italia administraría Libia, Túnez, Etiopía, Albania y "la Italia irredenta". Hungría, Bulgaria, Rumania, Finlandia, España, (que hubiese entrado al estar todo decidido), Thailandia y otros miembros secundarios del eje simplemente hubiesen mantenido una cierta independencia. Se que esto es especulativo pero está lleno de lógica. Tácticamente no tiene nada que ver embolsar al II y VI ejército alemán con "Saturno" que contaba con los tapones que significaban "Marte" al norte y el Caúcaso al sur (entiéndase igual que la isla de Midway tuvo el valor de varios portaviones en aquella batalla). Sin embargo el grupo centro de ejércitos alemanas en Rzhev-Sychevka hubiese tenido escapes por varias direcciones. Si invertimos los resultados de batallas hubiesen conectado al sur con los dos ejércitos, hasta con imaginación podían retroceder hasta armar una ofensiva a Moscú. Quizás mi error sea verlo todo con demasiada perspectiva. Hasta incluso estoy convencido que el día D no tuvo como objetivo derrotar a Alemania. Persiguió conquistar terreno que hubiese caído en manos soviéticas para formar gobiernos dirigidos por los partidos comunistas que alimentaron la resistencia en la Europa ocupada (sólo hay que ver como quedó la Europa de posguerra y las pocas zonas liberadas por el Ejército Rojo que no fueron gobernados por partidos comunistas). También la perspectiva me dice que las bombas atómicas se lanzaron a modo de advertencia para Stalin aminorando su fuerza negociadora para el nuevo orden. Japón ya estaba sola y estaba agotando sus recursos para seguir luchando. Sin recursos no hubiese sido tan alto el número de bajas que hubiesen sufrido los EEUU. Sin bombas atómicas de por medio, si en agosto de 1945 hubiesen ofrecido permanecer al emperador como ofrecieron tras lanzar las bombas... Todos mis respetos a un interesante artículo que expone una opinión sobre una batalla.

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    1. Gracias.

      Bueno, decir que la derrota soviética en Rzhev no tuvo consecuencias importantes me parece mucho aventurar. Una victoria en aquel sector, unida a la de Stalingrado, podría haber acelerado el fin de la guerra, el postrero triunfo soviético habría sido más espectacular y la URSS quizá habría podido controlar más territorio europeo aún. Tampoco sabemos si el fracaso de Pequeño Saturno hubiera significado la victoria final del Eje. En marzo de 1943 los soviéticos fueron derrotados en Járkov y no por ello perdieron la guerra.

      En cuanto a mi opinión sobre las bombas atómicas:

      http://andaquepaque.blogspot.com.es/2013/06/por-que-se-lanzaron-las-bombas-atomicas.html

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  6. Estoy perplejo a la minusvaloración del mérito de la Stavka por lanzar ofensivas hacia los flancos débiles de rumanos, húngaros e italianos. Golpear donde el enemigo es débil es tan antiguo como las primeras luchas entre primitivas formas de vida. La estulticia alemana fue no intercalar de otra manera sus fuerzas o concentrar los ejércitos sur. No podemos decir que los alemanes fueron unos genios por atacar en las Árdenas pero restar méritos a los soviéticos por golpear los flancos débiles. Demostraron que si podían luchar contra los mejores y motivados ejércitos alemanes desde Kursk hasta Berlín. Como estarían de motivadas estas tropas que sabían de las destrucciones, asesinatos y violaciones que acompañaron al Reich en tierras soviéticas; y esperaban que les devolverían la moneda en las carnes de sus familias. Ni los alemanes eran superhombres ni los soviéticos mancos. Hay una enseñanza del papel de los liderazgos. Stalin al principio de la guerra tomaba muchas decisiones para acabar dejándose aconsejar por la Stavka y permitiendo a Zhúkov ser el genio de la batalla de Jaljin Gol inspirada en la guerra profunda de Mijaíl Tujachevski (el purgado mariscal del Ejército Rojo que puso las bases de lo que los alemanes llamaron guerra relámpago). Mientras que Hitler empezó dejando hacer a la Wehrmacht para ir empezando a tomar decisiones por sí mismo o influenciado por otros jerarcas nazis.

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    1. La verdad es que no quito mérito a los soviéticos por atacar en los flancos débiles, solo apunto que quizá una de las razones de su fracaso en Rzhev fue que allí no había flancos débiles. Aunque la victoria en Stalingrado fue espectacular, en el invierno de 1942 a 1943 los soviéticos aún no las tenían todas con ellos, de hecho en marzo de 1943 fueron derrotados en Járkov por Von Manstein en un brillante contraataque. Por eso cada vez es más habitual considerar la batalla de Kursk como la derrota decisiva de Alemania en el Frente del Este: fue la primera victoria soviética lograda en verano y desde entonces los nazis ya no levantaron cabeza.

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